Páginas

lunes, 29 de marzo de 2010

Actividades de Intervención

Teniendo en cuenta todas las actividades propuestas por los diferentes autores, se muestran a continuación, algunos ejercicios, a modo de recopilación:

- Rimas
- Separar las palabras en sílabas
- Identificar las palabras que empiecen por el mismo sonido
- Identificar las palabras con el mismo final, sílaba o sonido
- Habilidad para contar los sonidos que forman parte de las palabras
- Manipular los sonidos de las palabras: decir una palabra sin uno de sus sonidos, por ejemplo.
- Deletreo oral de palabra
- Escritura de palabras
- Lectura diaria de textos breves, acordes con su vocabulario
- Aumento de vocabulario con la realización de un diccionario
- Incorporación de las nuevas palabras en oraciones
- Inclusión de oraciones en párrafos
- Trabajar los prefijos y los sufijos
- Trabajar las palabras derivadas
- Realizar preguntas con opciones de respuestas (subrayar la palabra correcta, sí o no, etc.)
- Iremos aumentando la complejidad de las tareas. Por ejemplo, después de elegir entre opciones, podremos preguntar y que respondan con respuestas breves, la información de la cual esté presente en el texto y, progresivamente, exigir respuestas más largas y más elaboradas.
- Quitar las palabras clave de un texto y que el niño las deduzca
- Subrayar las palabras acorde con las consigna (sustantivos, verbos, adjetivos, etc.)
- Reconocer el tiempo verbal
- Guiar el desarrollo de textos separándolos en introducción, nudo y desenlace.
- Ejercicios de reconocimiento de palabras sin deletrearlas.
- Completar palabras a las que les faltan letras.
- Lograr una adecuada anticipación ateniendo indicadores del texto, reconocimiento de la organización de ideas y de su secuencia, etc

A la hora de enfrentarnos a la programación de una intervención, es muy importante atender a las posibilidades individuales de cada uno, preparando actividades para estimular las habilidades problemáticas y dotar de estrategias al niño para que pueda solventar sus dificultades. Además, hay que adecuar los contenidos en función de sus posibilidades, ya que los éxitos individuales motivan al alumno hacia el aprendizaje autónomo. Una vez que el niño consiga dicha autonomía, serán sus propios logros los que le generen el interés por seguir aprendiendo.
Sheila García
Diciembre, 2009